Por qué ocurrió y cómo se resolvió el bloqueo en el peaje de Curití
Este bloqueo, que comenzó el lunes 22 de julio, ha tenido un gran impacto y queremos contarte por qué ocurrió, cuánto duró y cómo se resolvió.
El bloqueo en el peaje de Curití fue protagonizado por conductores de vehículos de carga pesada. Estos héroes del volante decidieron tomar esta medida para exigir el arreglo de la carretera, la cual presenta tramos con fallas peligrosas. La protesta se centró en el hecho de que estas condiciones ponen en riesgo la vida de los transportadores y demás usuarios de la vía.
El mal estado de la carretera no solo afecta la seguridad, sino también el tiempo y los costos de viaje. Además, los manifestantes destacaron que el costo del peaje es alto en relación con la calidad de la vía. Los peajes tienen las siguientes tarifas actualizadas: $10,300 (categoría I), $11,100 (II), $29,000 (III), $36,000 (IV) y $42,100 (V).
El bloqueo en el peaje de Curití duró más de 20 horas, durante las cuales algunos vehículos lograron pasar sin pagar el peaje. Este acto de protesta generó largas filas y retrasos en el tránsito, afectando a muchos conductores. Los manifestantes advirtieron que, si el Instituto Nacional de Vías (Invías) no se comprometía a mejorar las condiciones de la carretera, trasladarían su protesta al peaje de Oiba, que conecta Barbosa con San Gil.
La comunidad local apoyó el bloqueo, considerando que era necesario para llamar la atención sobre la urgente necesidad de intervención en la vía. Además, se pidió una ampliación del corredor nacional para mejorar los tiempos de viaje y la seguridad.
Después de más de 30 horas de bloqueo, se llegó a un acuerdo entre los camioneros, la comunidad y las autoridades. La negociación incluyó a representantes del gobierno municipal y departamental, la Concesión Ruta del Cacao y la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI).
En nombre de Invías, el ingeniero Javier Cañón se comprometió a disponer de tres frentes de trabajo para agilizar los trabajos de recuperación de los tramos más críticos de la carretera. Estos trabajos debían comenzar el lunes 2 de agosto, en cumplimiento de lo pactado.
Adicionalmente, se firmó un acta de acuerdo que permitió el paso de vehículos tipo tractomula por la Ruta del Cacao. Se estableció que estos automotores podrían movilizarse sin carga en un horario de 6:00 a.m. a 6:00 p.m. de lunes a lunes. Este acuerdo fue vigilado para garantizar su cumplimiento y facilitar la movilidad de vehículos pesados con carga.
La protesta se levantó en la madrugada del miércoles 24 de agosto, normalizando el tránsito en la carretera Bucaramanga-Bogotá. Este desenlace mostró la importancia de mantener diálogos constructivos entre los transportadores y las entidades gubernamentales para resolver los problemas de infraestructura vial.
Este evento nos recuerda la importancia de una infraestructura vial adecuada para la seguridad y eficiencia de nuestro trabajo como transportadores. Los bloqueos pueden causar molestias, pero también son una herramienta para visibilizar problemas que afectan a toda la comunidad.
Compartir Este Artículo