La historia de Carlos Pérez: El héroe que venció la leucemia
Carlos Pérez Héroes del Timón es el reflejo de la fuerza que impulsa las carreteras de Colombia. A sus 23 años, este joven camionero sobrevivió a la leucemia y encontró en su camión no solo un trabajo, sino una razón para seguir adelante.
Desde Soacha, sus días comienzan antes del amanecer, con el motor encendido y la fe intacta, demostrando que los verdaderos héroes también se levantan de las batallas más duras.
1:30 de la madrugada. Los perros ladran a la distancia mientras, entre las calles de Soacha, se escucha el encendido ronco de una Foton. Es el inicio de la jornada de Carlos Pérez, más conocido en redes como @TrucksOfColombia. Tiene 23 años, pero su mirada carga una vida que parece más larga.
Hijo de una enfermera y de un camionero, nieto de otro y sobrino de varios más, Carlos creció respirando diésel y escuchando historias de carretera. “El trabajo duro hace al hombre”, le repetían sus tíos desde niño, y esa frase se volvió brújula. Hoy estudia Ingeniería Mecánica, aunque su verdadero sueño va más allá del aula: fundar su propia empresa de transporte. Porque en su familia —como él dice con orgullo— los motores no solo mueven camiones, también mueven historias.
Cada día empieza igual. Madruga. Revisa su camión, su herramienta, su vida. Carga en la zona franca de la vía Funza-Mosquera y arranca su día de la mano de Dios, agradecido. Y no es una frase vacía. A sus 23 años, Carlos sabe lo que significa estar al borde: sobrevivió a una leucemia que casi le roba los sueños. Desde entonces, cada amanecer es una victoria.
El día transcurre entre tráfico, bocinazos y afanes. “Hay jornadas en las que he hecho hasta siete viajes”, cuenta mientras recuerda alguna anécdota entre la congestión capitalina. Desayuna en la carretera, comparte un tinto con sus compañeros y sigue adelante. Lleva carga, pero también sueños, y una energía que parece no agotarse.
“Por fortuna soy joven y no tengo todavía familia”, dice con una sonrisa. “Porque los que sí la tienen, dejan mucho tiempo en la vía… lo hacen para llevar el sustento a casa”. En su voz no hay queja, hay respeto. Sabe lo que cuesta cada kilómetro.
En Héroes del Timón, conocemos los sacrificios, los riesgos y las ilusiones que viven los transportadores del país. Historias como la de Carlos nos recuerdan por qué, más allá del asfalto, ellos son y seguirán siendo los verdaderos Héroes del Timón.
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