El cambio climático está ejerciendo una presión cada vez mayor sobre diversos sectores en Colombia, y el transporte no es la excepción. Las consecuencias de este fenómeno global se manifiestan de diversas formas, impactando tanto la infraestructura como las operaciones del sector. ¿Cuáles son los principales impactos?

El aumento en la frecuencia e intensidad de eventos como lluvias torrenciales, sequías prolongadas, inundaciones y deslizamientos de tierra, daña directamente la infraestructura vial y ferroviaria, generando interrupciones en el servicio y elevando los costos de mantenimiento.

Las zonas costeras colombianas son especialmente vulnerables al aumento del nivel del mar, lo que amenaza puertos, carreteras y otras infraestructuras vitales para el transporte marítimo y terrestre.

Cambios en los patrones de temperatura y precipitación afectan la operatividad de los sistemas de transporte, especialmente en regiones montañosas donde las nevadas y las heladas pueden generar cierres de vías.

Las condiciones climáticas extremas y las variaciones en los patrones climáticos pueden aumentar los costos operativos del sector transporte, debido a la necesidad de realizar reparaciones, adquirir nuevos equipos y adaptarse a nuevas condiciones.

Consecuencias para Colombia

• Las interrupciones en el transporte pueden generar pérdidas económicas significativas, al afectar la cadena de suministro y la movilidad de personas y mercancías.

• Las comunidades más vulnerables, especialmente aquellas ubicadas en zonas rurales y costeras, son las más afectadas por los impactos del cambio climático en el transporte, lo que agrava las desigualdades sociales.

• El sector transporte es uno de los principales emisores de gases de efecto invernadero en Colombia, contribuyendo al calentamiento global.

¿Qué se está haciendo al respecto?

• Fomento del uso de transporte público, bicicletas y vehículos eléctricos, con el objetivo de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
   
• Construcción de vías y puentes capaces de resistir eventos climáticos extremos, y adaptación de la infraestructura existente.
   
• Incorporación de criterios de adaptación al cambio climático en los planes de ordenamiento territorial, para minimizar los riesgos asociados al transporte.
   
• Fomento de la investigación en tecnologías y soluciones innovadoras para el transporte sostenible.

El sector transporte se encuentra continuamente sujeto a riesgos meteorológicos que impactan directamente su infraestructura y la eficiencia de sus operaciones, y causan lesiones y muertes en todos los modos de transporte: terrestre, acuático y aéreo. De igual forma, el cambio climático tiene repercusiones directas sobre todos los modos y altera sus operaciones y/o infraestructura dependiendo de la amenaza específica de la que se hable: temperatura, precipitación o nivel del mar.