Camioneros en paro: La respuesta del gobierno y lo que sigue
Sabemos que estos días han sido especialmente difíciles, y por eso queremos mantenerlos informados de lo que está ocurriendo en nuestro país. Como ustedes saben, estamos en pleno paro camionero, y es importante que estemos al tanto de la situación.
Después de cuatro días de paro, el gobierno del presidente Petro ha dado marcha atrás ante un grupo de camioneros que han bloqueado parcialmente las entradas a ciudades clave como Bogotá, Bucaramanga y Cúcuta. Por ahora, este paro está siendo liderado por pequeños propietarios, ya que los grandes gremios de transportadores no se han unido a la movilización. Hasta el momento, los puertos del Caribe y Buenaventura no han sido afectados, y la cadena de suministros de alimentos sigue funcionando relativamente bien.
El presidente Petro, fiel a su promesa de no utilizar la fuerza policial, ha optado por no confrontar directamente a los camioneros, en un intento por evitar que esta protesta se convierta en una de las más disruptivas de su mandato. Anoche, la ministra de Transporte, María Constanza García, ofreció congelar los próximos incrementos programados en el precio del diésel o ACPM. Sin embargo, esta oferta fue rechazada por los camioneros, que mantienen su postura firme y continúan con el paro.
Lo que ha cambiado es la estrategia del gobierno frente a esta protesta. A diferencia de otros sectores productivos como las EPS, los bancos y las generadoras de energía, donde la táctica ha sido más intimidatoria, aquí el enfoque ha sido distinto. El principal desafío es que esta medida podría poner en riesgo el plan fiscal del gobierno, que busca equilibrar las finanzas públicas y aliviar un presupuesto ya presionado.
El paro comenzó el 30 de agosto, cuando el Ministerio de Hacienda decretó un aumento de $2.000 en el precio del diésel. Este aumento es parte de un plan más amplio que busca cerrar el déficit generado por el Fondo de Estabilización para los Precios de los Combustibles (Fepc), que ha subsidiado el precio del diésel en el país. Sin embargo, el tamaño de este hueco financiero, estimado en $12,8 billones, está generando serios problemas para el presupuesto del próximo año, lo que obligará al gobierno a buscar nuevas fuentes de financiación, probablemente mediante una reforma tributaria.
A pesar de la oferta de la ministra García de aplazar los próximos incrementos en el precio del diésel y abrir mesas de negociación, los líderes camioneros rechazaron la propuesta. La posición del gobierno es mantener el alza inicial de $2.000, pero estar abiertos a renegociar las condiciones de los futuros aumentos.
Es importante entender que la línea roja del gobierno es el desmonte del subsidio al diésel. No hacerlo comprometería el presupuesto y los recursos esperados de la reforma tributaria. Si el gobierno no logra cerrar el hueco del FEPC, la factura de estos subsidios tendrá que ser pagada con recursos del presupuesto o con más deuda pública, lo que aumentaría el déficit fiscal y pondría más presión sobre las finanzas del país.
Este paro ha evidenciado una división dentro del sector transportador. Mientras algunos gremios, como la Federación Colombiana de Transporte de Carga por Carretera (Colfecar), decidieron no participar en el paro por respeto a las leyes y porque consideran que bloquear vías es un delito, otros gremios, como Fedetranscarga, están liderando las movilizaciones.
El exministro de Transporte, William Camargo, explicó que durante su gestión se lograron negociar algunas concesiones con los transportadores, como el congelamiento del precio del diésel durante dos años y el aplazamiento del ajuste de los peajes. Sin embargo, el gobierno sigue comprometido con la transición energética y considera que subsidiar los combustibles fósiles no tiene sentido en este contexto.
El perfil de los camioneros que lideran el paro es claro: son pequeños propietarios que, sin el apoyo de los grandes gremios, están decididos a luchar por sus derechos. Estos héroes son vecinos de las zonas donde se han concentrado los bloqueos, y están dispuestos a mantener su posición hasta que se logre un acuerdo justo.
Sabemos que estos son tiempos difíciles, pero es fundamental que estemos unidos y bien informados. Seguiremos atentos a las novedades y les mantendremos al tanto de cualquier actualización.
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