En un esfuerzo por abordar el déficit persistente del Fondo de Estabilización del Precio de los Combustibles (Fepc), el ministro de Hacienda de Colombia, Ricardo Bonilla, anunció que en 15 días comenzará un aumento en el precio del diésel. Esta medida, que se centrará en grandes consumidores como empresas mineras, petroleras, carboneras y del sector de la caña de azúcar, busca aliviar la carga financiera del estado.

El déficit del Fepc ha sido un problema significativo para las finanzas públicas de Colombia. En 2023, el déficit alcanzó los $15,2 billones y se espera cerrar en $12 billones en 2024. Según Bonilla, la situación se debe a los subsidios al diésel, que han permanecido congelados desde enero de 2020, incluso antes de la pandemia. Esta congelación de precios ha provocado un desajuste en las finanzas, que el gobierno busca corregir con esta nueva medida.

El aumento del precio del diésel se aplicará inicialmente a las empresas que consumen más de 20,000 galones de combustible. Actualmente, el precio promedio del galón de diésel es de $9,315, y su última alza se produjo a mediados de abril debido a factores técnicos, como el aumento del precio del etanol y el biodiésel. El ajuste de precio se realizará mediante un decreto que actualizará las tarifas en línea con los precios internacionales, y no se aplicará en las bombas de gasolina, ya que estas grandes empresas tienen sus propias cadenas logísticas de distribución de combustible.

Exclusiones y Consideraciones

El ministro Bonilla aclaró que el aumento no afectará a los vehículos de transporte masivo ni a los que transportan alimentos. Estas exclusiones buscan mitigar el impacto en los sectores más sensibles y en los consumidores finales. Además, se prevé que el impacto del aumento en la inflación sea de aproximadamente 1,4 puntos para lo que resta del año 2024.

Reacciones del Sector Transporte

La noticia ha generado preocupación en el sector de transporte de carga. Los transportadores han expresado su rechazo a la medida, argumentando que el aumento de $3,000 por galón de diésel podría incrementar significativamente sus costos operativos, afectando el precio de los alimentos y otros productos básicos. Sin embargo, el ministro Bonilla ha subrayado que esta medida es necesaria para enfrentar los problemas fiscales y que los transportadores están sobredimensionando el impacto, ya que ellos no solo transportan alimentos sino una variedad de bienes.

Medidas Complementarias y Futuras Negociaciones

El ministro Bonilla también mencionó que esta es solo la primera fase del ajuste. La segunda fase estará sujeta a negociaciones con los gremios transportadores para coincidir con las actualizaciones de las tablas de fletes, que se realizan dos veces al año. Este enfoque busca hacer el ajuste de manera gradual y concertada, minimizando el impacto negativo en el sector transporte.

La decisión de aumentar el precio del diésel para grandes consumidores en Colombia es una medida necesaria para reducir el déficit del Fepc y estabilizar las finanzas públicas. Aunque ha generado críticas y preocupación en el sector transporte, el gobierno asegura que las exclusiones y la gradualidad de la medida ayudarán a mitigar su impacto. Las futuras negociaciones con los gremios serán clave para ajustar y aplicar esta medida de manera efectiva y equilibrada.

En Héroes del Timón, seguiremos de cerca la evolución de esta situación y brindaremos información actualizada a nuestra comunidad de transportadores.