Dos hombres detuvieron un bus de la empresa Velotax en el tramo entre Rovira y Playarrica, en el departamento del Tolima. A bordo del vehículo viajaban el conductor y tres pasajeros. En un acto de intimidación, los agresores obligaron a las cuatro personas a descender y, en cuestión de minutos, el automotor quedó reducido a cenizas.

Según fuentes de Aleta Tolima el hecho se confirmó el jueves 2 de octubre. Aunque las pérdidas materiales fueron totales, afortunadamente no se registraron víctimas humanas. Sin embargo, la comunidad se encuentra a la expectativa y con gran preocupación ante la escalada de violencia en el departamento.
 

Imagen tomada de: Alerta Tolima)

Las autoridades, tras investigaciones preliminares, han encontrado posibles conexiones de este caso con redes de extorsión. Desde la Secretaría de Seguridad del Tolima se confirmó la situación, aunque las circunstancias exactas siguen bajo investigación.

El secretario Alex Bocanegra afirmó que la hipótesis de un ataque vinculado a la extorsión a empresas de transporte cobra cada vez más fuerza. Esta práctica criminal, según las autoridades, está afectando severamente las rutas rurales del país.

Semanas antes, ya se había reportado otro ataque similar en una vía cercana, donde los delincuentes no solo quemaron el vehículo, sino que también robaron al conductor.

La Gobernación del Tolima convocó un Puesto de Mando Unificado (PMU) de emergencia para analizar la situación y coordinar acciones inmediatas. Unidades especializadas de la Sijín, la Policía Judicial y la Sexta Brigada militar adelantaron los primeros reportes con el objetivo de dar con los responsables.

La comunidad y los transportadores de la zona se hacen preguntas urgentes: ¿Quién está detrás de estos ataques? ¿Cuántas rutas están realmente en riesgo? Y, sobre todo, ¿cómo pueden las autoridades garantizar que estos actos de violencia en el Tolima no queden en la impunidad?